Según algunas personas, la profesión de agente inmobiliario como tal es algo en lo que determinada gente no percibe valor. Cuando me refiero a este aspecto quiero decir que hay veces en las que todo el trabajo que nosotros hacemos no se valora por una parte de la sociedad. Digo por una parte ya que, afortunamdamente no es así como tónica general.
En otros países, como puede ser el caso de EE.UU y Canadá sin ir más lejos, la figura del agente inmobiliario está valorada como un la de un profesional de prestigio, con una formación específica y con una experiencia en el sector contrastable. Pues bien, la lucha que tengo yo, como muchos de los compañeros de profesión que conozco es que esto se vuelva lo habitual en nuestro país. Bien es cierto que tenemos encima el San Benito de ser profesionales poco cualificados y formados. También nos persigue la losa de ser una figura que a la que sólo le interesa ganar dinero a costa de cualquier cosa pero os garantizo que no es así. Por lo menos en lo que a mí respecta no, y como decía, compañeros con los que tengo una estrecha relación están en la misma línea.
La defensa de nuestra profesión se basa en algo muy simple. Cuanto más profesionales seamos, cuanto mejor formados estemos, y cuanto más transparente y clarp sea nuestro trabajo, más y mejores resultados obtendremos y más clientes satisfechos cosecharemos. Como es lógico, nos ganamos la vida con nuestra labor diaria y siendo realistas, si dedicamos nuestro tiempo, esfuerzo y conocimientos en satisfacer las necesidades de los clientes, más RECOMENDACIONES ganaremos, que es una de las bases de un negocio, también en una agencia inmobiliaria.
Por todo esto, seguiré y seguiremos luchando para que reconozcáis nuestro trabajo y ganemos así clientes, que al final es lo que nos proporciona el sustento y hace que crezcamos como profesionales. Si tienes tu abogado, tu panadero y tu peluquero de confianza, queremos ser tu AGENTE INMOBILIARIO de confianza.